La OMS declara el talco como “probablemente cancerígeno”

La OMS declara el talco como “probablemente cancerígeno”. Esta clasificación ha generado gran preocupación debido a la amplia utilización del talco como uno de los productos principales de cuidado e higiene personal.

El talco y y el acrilonitrilo, dos elementos usados en productos de uso común, han sido añadidos recientemente a la lista de sustancias cancerígenas de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicado a la investigación de esta enfermedad en humanos.

La OMS declara el talco como “probablemente cancerígeno”

La lista divide las sustancias y agentes en tres grupos según el riesgo potencial que suponen para la salud humana, en base a sus propiedades carcinógenas. Así, encontramos:

  • Grupo 1: carcinógeno para el ser humano. Las pruebas son suficientes y concluyentes para determinar que el agente puede provocar cáncer.
  • Grupo 2: probablemente carcinógeno para el ser humano. Existen pruebas suficientes pero hasta la fecha no son concluyentes.
  • Grupo 3: no puede ser clasificado respecto a su carcinogenicidad para el ser humano. No existen pruebas suficientes.

Ahora, según las conclusiones obtenidas durante el mes de junio de 2024 por un grupo de expertos de distintos países, el talco ha sido añadido al grupo 2A como «sustancia probablemente cancerígena para los humanos», y el acrilonitrilo en el grupo 1 como «agente cancerígeno».

Los resultados de la investigación, incluyendo la evaluación de ambos componentes, se han publicado en la revista científica The Lancet Oncology, y una versión completa del estudio se publicará en las monografías de la IARC, volumen 136, en 2025.

¿Qué es el talco y para qué se usa?

El talco es un mineral silicato, habitualmente de color blanquecino, que contiene propiedades antisépticas, antitranspirantes, absorventes, calmantes y antiadherentes, entre otras. Se utiliza principalmente en productos cosméticos e industriales, pero también en la agricultura. Uno de sus usos más extendidos es quizás el cuidado de la piel de los bebés.

Según indica el estudio, los expertos han podido encontrar evidencia científica limitada de la incidencia de este componente en el cáncer de ovario en humanos, así como pruebas suficientes de su incidencia de cáncer en animales de experimentación. Sin embargo, esta sustancia podría haber sido contaminada con asbesto o amianto, una sustancia que induce tumores.

Implicaciones a la salud

La exposición puntual a cualquiera de estos componentes no garantiza la formación de células cancerígenas, pues el nivel de riesgo dependerá del tiempo de exposición o las dosis, además de otros factores no relacionados directamente con la sustancia.

No obstante, el estudio sí que recomienda evitar su uso y, a raíz de la nueva clasificación obtenida, el uso de estas sustancias debería ser revisado en las políticas de salud pública a nivel mundial.

FUENTE

NATIONAL GEGRAPHIC ESPAÑA

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